EL CONTRATO DE HABITACIÓN

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Manuel Domínguez Gómez Ingeniero Civil / Abogado

noviembre 13, 2022

 

El alquiler de habitaciones es una práctica bastante habitual, sobre todo en las ciudades en las que el arrendamiento de una vivienda íntegra es demasiado caro, como suele ser el caso de las capitales de provincia. Por ello te explicamos en qué consiste este tipo de alquiler, y cuáles son sus características.

ÍNDICE DEL ARTÍCULO

1. ¿Dónde se regula el alquiler de una habitación?
2. ¿Qué debe contener el contrato de alquiler de una habitación?
3. Arrendador: ¿Qué debe tener en cuenta a nivel legal?
4. Arrendatario: ¿Qué debe tener en cuenta a nivel legal?
5. Derechos y deberes al alquilar un habitación
6. ¿Se pueden alquilar habitaciones si eres el inquilino y estás alquilado?

¿Dónde se regula el alquiler de una habitación?
El alquiler de habitaciones viene regulado en el Código Civil (art. 1554 y siguientes), lo que distingue esta figura del contrato de alquiler de viviendas, que se regula en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
Esto supone que la duración del contrato de alquiler de una habitación tiene que ser justamente la que recoja el contrato, y el inquilino no tiene derecho a prórroga (a diferencia de lo que sucede cuando se alquila una vivienda entera).
Otra implicación de que el alquiler de una habitación se rija por la legislación del Código Civil es que si se vende el inmueble, se puede extinguir el contrato de alquiler de la habitación, y el inquilino no gozará del derecho de adquisición preferente de la casa (algo que sí ocurre con el alquiler de una vivienda completa).

¿Qué debe contener el contrato de alquiler de una habitación?
No hay un contenido legal mínimo del contrato de alquiler de habitación, y ni siquiera es obligatorio que quede plasmado por escrito.
Sin embargo, para que no haya problemas posteriores, lo aconsejable es que sí se recoja en un documento todo lo pactado entre el arrendador y el arrendatario, ya que de otro modo sería muy difícil (y quizás incluso imposible) demostrarlo en caso necesario.
Además, y también con el objeto de evitar contratiempos, el contrato de alquiler de una habitación debería contener al menos los siguientes elementos:
• Cuál es la habitación que va a ocupar el arrendatario exactamente.
• Cuánto tiempo durará el contrato.
• Precio de alquiler, y forma de pago del mismo.
• Servicios incluidos en el arrendamiento (como puede ser el derecho a utilizar la conexión a Internet de la casa, a usar la cocina, etc.).
• Cómo se repartirán los gastos extra, en su caso.
• Si el inquilino puede a su vez subarrendar la habitación (ya que si en el contrato no pone nada podría hacerlo, según el Código Civil).

Arrendador: ¿Qué debe tener en cuenta a nivel legal?
Hay una serie de implicaciones fiscales del contrato de alquiler de habitación, tanto para el arrendador como para el arrendatario, que resulta fundamental conocer antes de firmar el mismo.
Con respecto al arrendador, este debe declarar a Hacienda el beneficio obtenido al alquilar la habitación. Pero puede deducirse entre el 50% y el 100% de dicha cantidad, según cuál sea la situación:
Situación 1. En caso de que el inquilino tenga entre 18 y 30 años y unos ingresos netos que superen al IPREM, el arrendador se podrá deducir el 100% de las rentas.
Situación 2. En los demás casos tendrá la posibilidad de deducirse:
• El 60% de la renta que reciba, si el contrato se ha celebrado a partir del 1 de enero de 2011.
• El 50%, si la fecha de la firma del contrato es anterior.
Situación 3. Si el propietario utiliza la vivienda como residencia habitual y se desgrava la hipoteca, al alquilar una habitación se le rebajará parte de dicha desgravación, que será proporcional al uso exclusivo de la vivienda por parte del arrendatario.

Arrendatario: ¿Qué debe tener en cuenta a nivel legal?
Por su parte, el arrendatario debe saber que al alquilar solo una habitación, y no la vivienda completa, Hacienda no considera que se trate de un alquiler de vivienda habitual, por lo que no podrá desgravarse por este concepto.
Derechos y deberes al alquilar un habitación
Como hemos comentado anteriormente, no existe una regulación legal sobre el contenido del contrato de alquiler de habitación, por lo que los derechos y deberes concretos del arrendador y el contrato serán los que se estipulen en dicho contrato.
Sí podemos considerar, en cambio, que es obligación de ambas partes celebrar el contrato para que el alquiler sea válido. En relación a este tema, debemos tener presente lo siguiente:
• Si se trata de una vivienda que alquilan varias personas, el contrato debe ser formalizado entre todos los arrendatarios a través de un único contrato de arrendamiento.
• En caso de alquilar una habitación con derecho a usar las zonas comunes de la casa, se formalizará un contrato de arrendamiento independiente del de los demás ocupantes de la casa, en el que se recojan las obligaciones y derechos que vinculen al inquilino únicamente con el arrendador.

¿Se pueden alquilar habitaciones si eres el inquilino y estás alquilado?
Una situación muy habitual es que el inquilino de una casa (es decir, quien ha alquilado la vivienda completa), decida alquilar alguna o algunas de las habitaciones del inmueble. Ocurre habitualmente en pisos de estudiantes, en los que vive una única persona.
Pero, ¿es legal esta práctica? Como la figura de la que se parte es del alquiler de una vivienda completa, tenemos que estar a lo establecido en la LAU. Y según el artículo número 8 de esta norma, el subalquiler de habitaciones es legal siempre y cuando el propietario del inmueble haya aprobado el contrato, por lo tanto tiene que dar permiso el propietario.

 

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